jueves, 6 de septiembre de 2012

Sueño eterno


- Que te vaya bien, mi amor. Nos veremos en tu regreso — me dijo Elisabeth con su voz suave y tranquilizadora, mientras sus manos rozaban las mías.
       Nuestros dedos se iban despegando poco a poco, tratando de hacer el momento eterno. Ella estaba sonriente, y con un brillo característico en los ojos.
       Hice lo posible por disimular el desánimo pero el nudo en la garganta ya no podía contenerse. Debía ser fuerte, por ella, por mi familia, y por todos mis compañeros que esperaban todo de mí. Sabía que se venían meses difíciles, en los cuales iba a pasar de todo…Desde hambre hasta noches enteras sin dormir, desde días con un sol que raja la tierra hasta el recorrido de lugares inhóspitos antes vistos. Pero había nacido y sido criado para eso, si tenía que morir por mi país, lo iba a hacer. Lo último que vi al subir al navío que nos iba a llevar a destino fue las calles repleta de gente de todas las edades, y un centenar de mujeres que habían venido a despedir a sus esposos.
       Al despertar, una luz blanca estaba sobre mí. Trataba de vislumbrar algo alrededor pero me era imposible. Mis ojos se enceguecieron como si no se hubieran abierto en semanas, todo era confusión. Como un torbellino las ideas daban vueltas en mi cabeza, intentando hilar alguna respuesta, pero todo era en vano. Volví a intentar dormir, no se si pasaron minutos, horas o tal ves semanas cuando me volví a despertar, e imágenes estremecedoras empezaron a aparecer en mi cabeza, cuerpos mutilados esparcidos por doquier, barro teñido de un rojo intenso. Ya la luz no era tan intensa y los recuerdos se hacían cada ves más presentes. Cuando giré mi cabeza para tratar de que apaciguara apareció una sombra que se habría paso entre objetos que estaban a mi alrededor, sentí como un aguijón que se clavaba en mi brazo, quedé inmóvil por varios minutos, y caí en un sueño eterno.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Cansada de luchar

Ojalá pudieras entender todo lo que siento. 
Presiento que a mis palabras se las lleva el viento.  
Actúas como si nada estuviera pasando, 
y sigo en la deriva como si recién hubiera comenzado. 
No se como ser, solo te trato de comprender. 
No se como actuar, solo te trato de respetar. 
Por momentos me olvido, y estoy en paz. 
Por otros lloro, y no puedo más. 
Cansada de luchar por lo inalcanzable. 
Me quiero ir de viaje. 
No encuentro la forma de que quede en mi olvido, 
ayudame te lo pido.